“Sí, mi médico y mi fisioterapeuta pueden aliviar mi dolor de espalda, pero no hay forma de quitármelo del todo.”
Lo primero que tienes que saber es que el 95% de las personas que sufren de dolor de espalda, las causas más probables son causas mecánicas, es decir, por un funcionamiento no adecuado de la estructura músculo-esquelética.
“Una y otra vez me duele la espalda y nadie sabe el por qué.”
Una vez hayas acudido a tu médico y a tu fisioterapeuta para descartar que no estás en ese 5%, que efectivamente, necesitarían un tratamiento muy específico llevado a cabo por esos profesionales para eliminar tu dolor de espalda.
Es cuestión de identificar todos aquellos pequeños desajustes en posturas en el trabajo, en el día a día, o bien, en las tareas que debes repetir constantemente. Todo ello, seguramente estará llevando a que tú tejido fascial sufra una serie de modificaciones que estarán aumentando las fuerzas de tensión y compresión en la zona lumbar. Esa es la responsable en administrar y gestionar las fuerzas mecánicas derivadas de todos los movimientos, o no movimientos, ejecutados por los brazos hombro, piernas, cadera y cabeza. En definitiva, es la mejor candidata para contribuir a tu dolor de espalda.
Hace ya algunos años la ciencia ha descubierto que los tejidos que revisten la musculatura y la estructura esquelética (huesos y articulaciones) forman una continuidad que derivan en una serie de cadenas miofasciales, tema que ya hemos tratado en este artículo hace unos días.
Descubrir cómo realizar ejercicios que respeten la distribución y el funcionamiento de estas cadenas, te ayudará a mantener una espalda sana y resiliente para afrontar todos los desafíos personales y profesionales de tu día a día.
