Qué es la Fascia ?

“Cada vez lo escucho más pero no sé exactamente qué es la Fascia.”

Si has querido leer este texto es porque seguramente habrás estado en alguna conversación con amigos, tu médico o fisioterapeuta y te habrán nombrado la fascia.

Igual has puesto la misma cara que puse yo cuando me la nombraron por primera vez….puse cara de entendido sin saber lo que era. A veces el orgullo no te delata.

Menos mal que está Google para echarnos una mano.

Ahora sí unos cuantos años más tarde ya puedo ayudaros a salir de esta duda, aunque no existencial, pero para quitar la curiosidad, sí sirve.

Empezaré diciéndote qué no es la fascia. Al contrario de lo que puedas estar pensando no es un descubrimiento novedoso de la medicina moderna. Existen referencias de un tejido que reviste la parte subcutánea del cuerpo con fechas de los siglos 1 y 2 de la era moderna.

Inicialmente se pensaba que era un tejido sin mayor importancia con una única función, revestir espacios “vacíos” entre distintas estructuras. Sí es cierto que en los últimos 15 o 20 años se están descubriendo una serie de propiedades del tejido fascial que le otorgan ahora mismo un protagonismo jamás imaginado.

Está compuesto básicamente de proteínas especializadas como el colágeno y la elastina. También se sabe que esas fibras forman una red capaz de envolver cada una de las partes del cuerpo, por separado, los músculos, huesos, vísceras, órganos, venas y arterias, pero conectándolos entre sí.

Otra de las propiedades que tiene la fascia es la capacidad de adaptarse constantemente a todas las fuerzas de tensión y compresión, a que está sometida. Esas modificaciones afectarán el estado de rigidez y elasticidad del tejido (fascial), no solo eso, también podrán afectar el funcionamiento adecuado de todas aquellas partes del cuerpo que están conectadas a través de la fascia. Te gustará saber más en ese artículo.

Un músculo, por poner un ejemplo, no funcionará/rendirá de la misma manera si el tejido que lo reviste está en un estado de rigidez y elasticidad no adecuados (ej.: muy rígido-poco elástico) para su óptimo funcionamiento.

Por último debes saber que esos estados de rigidez y elasticidad del tejido fascial son modificados y modificables constantemente ya sea de manera involuntaria o voluntaria.

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